Es recordada por su experiencia como profesora del Colegio La Unión, muchos la recuerdan por su alegría al momento de tratar a los alumnos y la pasión que le ponía al momento de enseñar.
Su mejor experiencia fue ser tutora de adolescentes, “escucharlos, entenderlos, ayudarlos fue muy gratificante para mí y hasta hoy en día lo puedo decir”, nos cuenta.
Siempre se inclinó por enseñar acerca de la vida y uno de sus sueños era tener su familia, a quien se dedicó por muchos años, se dedicó a formarlos e impulsarlos con lo mejor que podía, sin darse cuenta de un detalle: se había postergado a sí misma.
Vio por internet que había un programa de coaching para mujeres y decidió ingresar. Luego de experimentarlo decidió postular a Centrum Católica para hacer el Diplomado.
“Créeme que me costó sudar la gota gorda para volver a estudiar, leer bastante y sobre todo ¡¡¡Dar Exámenes!!! jajajajajaja. Mis hijos me han visto hacerlo hasta me quedaba dormida leyendo, pero gracias a Dios pude culminar el diplomado satisfactoriamente”, sostiene Connie.
Para ella, hacer coaching es “trabajar sin darme cuenta que estoy trabajando”. Agrega que disfruta ese momento valioso, escuchar a las personas, respetar sus tiempos, verlos cuando avanzan. “Verlos cuando recaen y se vuelven a parar, es para mí un privilegio que me permitan caminar junto a ellos y ver cómo ellos mismos van construyendo sus caminos y mejoran sus vidas”, destaca.

¿Cuál es la característica principal del coaching?
Desde mi mirada, el coaching es acompañar a la persona, a que ella o él mismo se dé cuenta de lo que pueda estar pasándole, que elija alguna herramienta (que aprendemos durante los talleres o sesiones individuales) se entrene en aplicarlo y al incorporarlo logre más valor en sí mismo para afrontar lo que le sucede en su vida.
Es crear auto-consciencia para mirarse, darse cuenta, aceptarse con luces y sombras, esforzarse, entrenarse en lo que necesita, para lograr cada día una mejor versión de uno mismo.
¿Haces sesiones para adolescentes y adultos?
Sí, hago sesiones para todos los que desean tanto jóvenes como adultos, sin embargo, al inicio, los adolescentes llegan por pedido de sus padres en la mayoría de los casos, luego que experimentan la primera sesión los mismos adolescentes deben deciden si desean hacer sesiones, porque no se puede hacer coaching si la persona no desea hacerlo.

¿Hay diferencia en hacer sesiones a adolescentes o adultos?
Mmmmm, desde mi mirada como coach no, sin embargo, desde el lado del coachee, creo que una diferencia es que el adulto tiene más vivencias y podría decir más madurez que lo ayudan a trabajar sus procesos.
¿Qué es lo más interesante de tu trabajo?
Es poder ver a las personas aprender a vivir más felices y a la vez poder sentirme muy feliz al verlos así.
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