ESCRIBE: PATRICIO GASTAÑADUI SUAREZ
A lo largo del tiempo varias personas han sorprendido al mundo demostrando su capacidad para manejar las letras, hacerlas amigas suyas y llevarse de la mejor manera con ellas. Podemos identificarlos en cualquier dirección a la que veamos, internacional y nacionalmente, vas a encontrar uno que otro escritor reconocido. Pero de la misma manera, han habido personas que no han tenido mucha suerte. Y quizá no fue porque carecían de talento para redactar, sino que las mismas editoriales rechazan su trabajo por motivos que podrían considerarse inválidos.
Es muy probable que a todos los aficionados a la lectura les haya surgido una pregunta como esta: ¿cómo hacen los escritores para que sus escritos lleguen a ser etiquetados como bestsellers? A pesar de que muchas personas dicen que para que un libro sea un bestseller solo debe tener una cosa, que la trama haya sido popular y de esa manera tenga un gran éxito de ventas. Pero no es así, detrás de cada bestseller hay una hilera de personas y una comunidad entera. Fanáticos y lectores con el gusto clavado en distintos géneros literarios se unen para hacer que el libro triunfe en el mercado. Comprando, recomendando y siendo unos seguidores fieles del autor.
Muchos autores dejan sus huellas en el mundo y esas huellas pueden ser consideradas como grandes franquicias literarias. El mejor de los ejemplos puede ser J.K. Rowling, quien marcó la historia de los libros con la exitosa saga del niño que vivió, Harry Potter. El impacto que dejó esta gran escritora y estos grandes libros fue impresionante. Dejando la imaginación de muchas personas volar y que se inspiren y fabriquen. El legado que plantó fueron muchos productos derivados de la fuente de su inspiración, un mundo paralelo donde la magia es real y en el que las personas puedan hacer que sus ideas fluyan y sobre todo una generación completa de jóvenes escritores inspirados y adaptados para poder sacar sus más profundas y creativas ideas al mercado.
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Pero no todos tienen el reflector de su parte para hacerlos brillar, sea como sea siempre van a haber rechazos por parte de la editorial que quieres que te publique. Y sí, hay múltiples razones por las que una editorial puede rechazar tu manuscrito; aunque claro, siempre va a existir el escritor tenaz, que nunca se rinde. Sin embargo, las editoriales pueden mostrarse un tanto despreciables algunas veces, montando escenarios falsos solo para rechazar tu texto con excusas que no son para nada valederas. Entonces volvemos a la famosa J.K. Rowling, la autora del antes mencionado Harry Potter. El primer borrador del primer libro de esta lucrativa saga fue rechazado por alrededor de doce editoriales distintas. Un gran error, sin duda. Y las “razones” por las cuales le dieron el no a Harry Potter fue porque el tema general que aborda el libro, es decir la magia, los magos y los seres extraordinarios que se presentan en la obra, ya no vendía en el mercado. Era algo muy repetitivo y muy utilizado. Algo que “no era original”. Y esa es una de las razones más reconocidas por la que ganó fama el libro y sus secuelas. Pero siempre hay rechazos hacia los escritores jóvenes, los menos experimentados y los que se están lanzado por primera vez a la jungla de la publicación dependiente. Investigando sobre la autopublicación, me topé con el testimonio de Aris Meyer, una joven de México, quien a lo largo del video explica cómo se animó a autopublicarse y por qué. Y uno de los motivos fue que estuvo sometida a un rechazo editorial constante, y las editoriales a las que se presentó le dieron como respuesta que era muy chica, ya que cuando postuló para publicar su historia tenía dieciséis años. Y una de las respuestas que le dieron que más me impactó fue que le dijeron que, al tener esa corta edad, no tenía estudios superiores y que no estaba graduada en letras. Lo que nos lleva a la siguiente pregunta: ¿una persona debe estar graduada en letras para poder escribir y publicar su trabajo?
No, una persona no necesita estar graduada ni tener una licenciatura en letras para poder ser escritor o escritora. Escribir es un arte, una habilidad que puede prosperar con el tiempo y el tiempo que pasas dedicándote a hacerlo. Creando historias cortas, poemas y luego hasta crear novelas. Es una manera de expresar tus sentimientos y es una manera muy bella para que los autores conecten y generen un vínculo súper fuerte con sus lectores; que estos últimos se lleguen a identificar con las palabras, que están cuidadosamente elegidas. Pero claro, es recomendable tener una formación previa, ya que tendrías un conocimiento más amplio del idioma y te sería más sencillo dar forma a las palabras; y poder hacer que tu producto final sea algo maravilloso e influyan en la manera en que muchas personas ven el mundo.
En conclusión, siempre que quieras conseguir algo que desees, un sueño, una cosa de la lista de lo que quieres lograr nunca debes rendirte. Aunque el panorama esté totalmente en tu contra, jamás debes alzar la bandera blanca pidiendo tregua. Debes luchar con garras y dientes, como todos los escritores que haz leído lo hicieron, para cumplir el sueño de ver un libro en el estante con su propio nombre en él. Lo digo por experiencia, escribir un texto no es fácil, escribir un poema tampoco, y una novela menos. Algunas personas no sabrán lo valioso que puede ser tu trabajo: pero siempre va a haber una persona que te ayude a lograr tus metas. Pues, como dicen, siempre hay luz al final del oscuro túnel.
