El pasado sábado 13 de abril, el Callao fue testigo de una emotiva y significativa ceremonia conmemorativa en honor a los 125 años de inmigración japonesa al Perú. Organizado por la Asociación Peruano Japonesa (APJ) en colaboración con la Municipalidad del Callao, este evento histórico reunió a distinguidas personalidades y representantes de la comunidad nikkei para celebrar y reconocer el impacto duradero que los descendientes japoneses han tenido en la sociedad peruana.
La ceremonia, que tuvo lugar en la emblemática Plaza Grau del Callao, contó con la presencia destacada del excelentísimo embajador de Japón en el Perú, Tsuyoshi Yamamoto, y el alcalde provincial del Callao, Pedro Spadaro, quienes compartieron palabras conmovedoras sobre la relación entre ambos países y la importancia de la comunidad nikkei en el desarrollo cultural y económico del Perú.
El momento culminante de la jornada fue la entrega solemne de la Medalla de Honor “Guardia Chalaca” por parte de la Municipalidad del Callao a la APJ, en reconocimiento a más de un siglo de labor institucional y a su incansable labor para difundir la cultura y los valores japoneses en el Perú. Este gesto simboliza la profunda gratitud de la ciudad hacia la comunidad nikkei y su contribución al enriquecimiento del tejido social peruano.
En sus palabras, el presidente de la APJ, Francisco Okada, instó a los presentes a reflexionar sobre los valores y aprendizajes compartidos por los inmigrantes japoneses hace 125 años, animándolos a construir juntos un futuro más próspero y unido para el Perú.
El embajador Yamamoto, por su parte, destacó la inclusividad de la sociedad peruana y rindió homenaje al arduo trabajo y esfuerzo de los nikkei, subrayando la conexión especial que muchos de ellos mantienen con el Callao, el lugar donde desembarcaron por primera vez sus ancestros.
Como gesto de profundo agradecimiento y reconocimiento, el alcalde Spadaro entregó al embajador Yamamoto una placa conmemorativa, simbolizando la sólida amistad y colaboración entre Perú y Japón que ha perdurado a lo largo de los años.
La ceremonia concluyó con un momento emotivo en el muelle del Callao, donde se develó una placa conmemorativa en honor a los pioneros inmigrantes japoneses. Esta placa, erigida frente al mar que una vez vieron por primera vez los valientes inmigrantes, simboliza el legado perdurable de su sacrificio y la prosperidad que han contribuido a forjar en el Perú a lo largo de más de un siglo.