Por Alessandro Quispe Ramos
Este año, una gran problemática ha surgido en lo más profundo de la selva peruana disfrazado de infierno en la tierra. Según el INDECI (Instituto de Defensa Civil), se han registrado 233 incendios, distribuidos en varias regiones del país de gran importancia como Cuzco, La Libertad, Cajamarca, Amazonas, entre otras; de los cuales se extinguieron aproximadamente 179.
Afectando miles de hectáreas y personas que vivieron por esas zonas, sin dejar de lado la fauna y flora de aquellas regiones. Desde el inicio de los incendios se han hecho públicas gran variedad de imágenes duras que muestran animales provenientes de estos lugares, siendo calcinados hasta la muerte.
Incendios en zonas sin intervención y de gran impacto, son realmente comunes en el país pero no porque sean comunes significan que deban continuar. Como ciudadanos conscientes tenemos que defender y cuidar nuestro patrimonio nacional.
Las razones por las que los incendios comienzan son muy variadas. Estas pueden ser prácticas ancestrales, quema de pastizales para ganar territorio agrícola, o incluso por causas natural. Pero, realmente carecen de importancia. Causan daño, muerte y destrucción. El terror y el miedo son imposibles de ignorar, la culpa y el remordimiento igual.
Varias personas presentes durante los incendios cuentan sus testimonios en distintas entrevistas, en el que se evidencia un patrón constante: la sorpresa de todos y la tristeza profunda por la terrible escena ante sus ojos mientras que cuestionan: ¿Cómo paso? ¿Qué ocurrió?.
En esas zonas hay miles de hectáreas afectadas por el fuego, y por cada minuto que pasa se exponen al inminente peligro mucho más animales y plantas que se carbonizan. A esto se suma todo lo que pierden las personas que tanto han trabajado junto a eso sus sueños y esperanzas para mejorar sus estilos de vida.
Aquellos afortunados que no sufrimos todo este caos, debemos tener empatía y ser conscientes de esta triste situación, y no esperar a que otras organizaciones comiencen a trabajar enviando ayuda. La ayuda debe llegar de todos, aunque se encuentren a miles de kilómetros.
Seamos conscientes y apoyemos a nuestra selva sin importar la distancia ni la dificultad, todo ayuda.