El psicólogo Eduardo Nakahodo menciona que cuando se mezcló la cultura peruano-japonesa no existieron muchos filtros en los aspectos sociales. “Heredamos parte del machismo de la cultura japonesa machista”, cuestionó.
En muchas culturas, en los aspectos laborales, sociales y en el hogar; a los hombres se les dan roles importantes. Por otro lado, está normalizado que las mujeres tengan el papel de servidoras y cuidadoras.
Asimismo, el especialista cree que, si se educa con igualdad, es necesario revisar las tradiciones y costumbres para ver si estas favorecen en el desarrollo moral, social y cultural. “Incluso cuando se lleva el butsudan, el hombre lo tiene que hacer”.
“La capacidad lo tenemos todo, pero el freno nos pone el género” comenta. Nakahodo resalta que estas diferenciaciones empiezan desde que se sabe si uno es XX o XY.
Por otro lado, en nuestra sociedad esta cultura machista viene desde hace mucho tiempo, pues se ha identificado que estas actitudes sutiles ya están normalizadas en nuestra sociedad.
“Si no hacemos algo para cortar el circuito, esto se quedará”. Estos roles y actitudes machistas que existen dentro del hogar se mantendrán ha futuro y será replicada por los hijos. Sin embargo, el psicólogo cree que es posible combatir el machismo, empezando desde la educación en casa.