La inesperada muerte de un familiar que afrontamos millones de personas durante el COVID 19 no solo trajo tristeza a muchos hogares, sino también, la impotencia y la tristeza de no poder despedirse del ser querido. Una última caricia, un último beso, un último adiós e incluso una última palabra de voluntad, no fueron permitidos en muchos casos durante la pandemia.
Los protocolos sanitarios incluían un asilamiento total, por lo que muchas personas recibieron la noticia de la muerte de su ser querido mediante un mensaje o un llamada telefónica. Pero ¿Y si muchos de nosotros hubiéramos conversado con ellos sobre esa despedida final? ¿Tuvimos, en algún momento, la posibilidad de platicar sobre la muerte y el duelo con nuestro familiar?
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El Doctor Carlos Sandoval sostiene que hablar de la muerte y el duelo no es malo, nos permite conocer las voluntades anticipadas de nuestros seres queridos, preguntarles en qué lugar quisieran su eterno descanso o que decisión tomar ante una enfermedad terminal. “Estos temas, definitivamente, se deben conversar”, sostiene.
“El duelo se conversa y se procesa, eso te permite aceptar la muerte como parte natural de la vida, son los llamados duelos anticipados. Cuando sabemos que nuestro ser querido está grave, entonces el duelo se va llevando unos días antes que la persona fallezca”, indica.
“HABLAR DEL DUELO Y DE LA MUERTE ANTES DE UNA GRAVE ENFERMEDAD O EN ALGÚN MOMENTO DE NUESTRAS VIDAS NOS PERMITE ACEPTAR MAS RÁPIDO LA MUERTE DE UN FAMILIAR”, AFIRMA.
“El duelo empieza con la muerte, primero hay un proceso de negación, la persona niega la realidad de lo que le está ocurriendo y, muy frecuentemente, culpa a Dios o a los médicos sobre su desgracia. Es en esta fase empieza lo que llamamos el “regateo”, ¿y ahora qué hago? ¿Cómo puedo seguir?”, sostiene.
Luego entramos en la fase de depresión, proceso que cada persona lleva a su manera. “Unos sienten más la perdida que otros, algunos lloran, otros guardan luto físico vestidos de negro, otros se ponen un crespón en el brazo e, incluso, algunos escuchan música y bailan como despedida”, comenta.
“El duelo también es un ritual, el velorio, el entierro, la misa de la semana, la del mes o la del año, todos son ritos. En provincias, los entierros se dan hasta con banda de música. Cada uno lleva el duelo a su manera, lo importante es estar preparados para afrontar con más calma esta situación”, finaliza.
EL DATO
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