ESCRIBE: TAKESHI RONDONA / juancho.com.pe
En la escena artística contemporánea, es común encontrar jóvenes talentos que buscan destacar con su creatividad y originalidad. Una de estas artista es Vanessa Wakabayashi. Para ella, la vida es un equilibrio entre dos pasiones aparentemente contradictorias: el arte y la administración. A pesar de que su formación académica inicial se centra en la Administración. Vanessa ha encontrado en el arte una manera de explotar su creatividad y expresar sus emociones mas profundas. (Acá les dejamos su Instagram para conocer mas sobre su arte).
«Inicié en la Administración y estuve como 2 años y medio.
Me iba bien, pero no sentía que era algo que me llenaba y un verano decidí meterme a una academia de arte, es como una pre para estudiantes que quieren aplicar a la Facultad de arte y diseño de la PUCP, porque para entrar a la Facultad de artes, aparte de ingresar a la Universidad como tal, ya sea por examen o cualquier otro método, también tienes que dar un examen artístico, pero me metí a la academia no con el objetivo de postular a la universidad, sino porque quería aprender. Estando ahí me di cuenta que sí me gustaban, o sea que si era algo que me llamaba la atención». Confiesa Vanessa.
Admite que los trabajos y las tareas que le dejaban le gustaba: «sí tenía esa motivación de ir todos los días a aprender». Por ello, dos semanas antes que cierre el proceso para postular estaba con la duda de postular o no, pensaba que en un futuro lo haría, pero como dice ella: «es algo que sí me apasiona y que me gusta de verdad». Durante el verano, se dedica por completo a la administración para poder culminarla este año; mientras que los demás meses del año se sumerge por completo en su pasión: el arte. Demostrando que no hay limites para aquellos que buscan combinar lo mejor de ambos mundos aparentemente distintos.
Sobre su arte
El arte es una herramienta para expresarse y sobrellevar la pandemia. Afirmó que gracias al arte ha podido hacer trabajos y estudiar cursos artísticos que le ayudaron a reflejar y expresar lo que siente.
Según sus propias palabras: «gracias al arte he podido hacer trabajos o llevar a cabo cursos artísticos, también me ha ayudado a sobrellevar la pandemia porque es un medio para que tú reflejes o expreses lo que estás sintiendo».
Para ella, el arte es una forma de canalizar sus emociones y sentimientos en lugar de expresarlos verbalmente dejando que sus obras hablen por sí solas: «soy una persona que me considero un poco reservada, no soy muy expresiva o mucho de palabras, una persona de pocas palabras, aunque a veces puedo ir mucho por las ramas, pero en general, no soy mucho de expresar con palabras».
De esta manera, el arte le permite encontrar un espacio donde puede desahogarse y expresarse de manera más libre: «de una forma u otra yo encuentro en el arte, a través de esos caminos, la manera o el espacio para desahogarme o siento que mi yo interior encuentra esa salida de alguna forma no con palabras sino con otros medios».
Para Vanessa, el arte es un medio de expresión muy poderoso que le ha permitido encontrar su voz y su propia forma de comunicarse: «para mí, el arte es una forma de comunicarme. A través de mi arte, puedo expresar cosas que a veces no puedo expresar con palabras». Es por eso que sigue explorando y aprendiendo más sobre el arte, buscando nuevas formas de expresión y descubriendo su propio potencial.
Al ser preguntada sobre sus referentes artísticos, Vanessa respondió que su inspiración no solo proviene de artistas plásticos, sino también de cantantes y compositores.
En particular, mencionó la música folclórica peruana las letras de Alicia Maguiña y la voz de Cecilia Barraza como una fuente de inspiración para uno de sus trabajos durante la pandemia. Sin embargo, también resaltó la influencia de algunas tradiciones y actividades culturales japonesas en su forma de pensar, a pesar de no sentirse japonesa: «a veces siento que tengo varias influencias artísticas y culturales, y muchas parten del folclore peruano, pero también parten de algunas tradiciones o actividades culturales del Japón».
Su arte es una amalgama de influencias culturales y artísticas que pueden parecer muy variadas entre sí. Sin embargo, su intención siempre es darle un nuevo significado a objetos, materiales o actividades cotidianas que consideran que tienen un mensaje oculto y profundo. «Mi intención es darle un nuevo significado a nuevos objetos, materiales o ciertas actividades que son cotidianas, pero que yo encuentro que tiene algo más que decir, que tiene un mensaje oculto.»
A través de su proceso creativo, Vanessa no busca tener un ídolo, sino más bien encontrar inspiración y estímulos en diferentes fuentes. Sus trabajos reflejan su interés por explorar y reinterpretar su entorno cultural y personal de una manera original y significativa.
En definitiva, sus obras son una muestra del poder de la creatividad y la influencia que nuestras experiencias personales pueden tener en nuestra forma de ver el mundo y de expresarnos artísticamente.
Proceso creativo
También, comparte su proceso creativo, enfatizando la importancia de encontrar conexiones entre elementos cotidianos y problemas comunes. Para ella, el momento más interesante de todo el proceso es cuando logra establecer ese vínculo entre lo común y lo significativo, convirtiendo algo que normalmente no tendrá un valor en una herramienta para comunicar una idea.
Según Wakabayashi, el proceso de creación no se limita a tener una idea previa y llevarla a cabo. A menudo, el mismo material influye en el rumbo que toma el trabajo, obligando al artista a adaptarse ya cambiar el enfoque inicial. Es un proceso de constantes definiciones y resoluciones que, a su vez, pueden dar lugar a giros inesperados.
Una vez finalizado el trabajo, Wakabayashi considera que la interpretación del espectador es tan valiosa como la intención original del artista. La reacción y opinión del público no solo permite conocer cómo se percibe el trabajo, sino que, en algunos casos, puede ampliar y enriquecer la idea original.
En sus palabras, «es bonito cuando ellos mismos te dicen que sintieron o que les hizo pensar en algo. Es bonito como a veces ellos captan la idea que quieres entregar, pero le dan una interpretación diferente que se relaciona con lo que tú querías comunicar , pero que a veces ellos le agregan su propio punto de vista».
En resumen, el proceso creativo de Vanessa Wakabayashi no se limita a una sola idea o técnica, sino que es un camino de descubrimiento que involucra elementos cotidianos, la adaptación constante y la retroalimentación del público. Para ella, la clave es encontrar eso entre lo común y lo significativo, y permitir que el trabajo tenga un vínculo de vida propia a través de las interpretaciones del espectador.
Durante la entrevista con la artista, se destacó la importancia de encontrar conexiones entre lo cotidiano y lo personal en su proceso creativo, lo que le permite hablar sobre problemas comunes. También se mencionó la importancia de la colaboración, la búsqueda de personas con intereses y metas similares para lograr mejores resultados en la organización de eventos o exposiciones, ha valorado la ayuda de amigos y conocidos que le han brindado su apoyo y consejos en el camino.
La artista sugiere que, aunque las propuestas artísticas son personales, es importante buscar la colaboración para enriquecer el proceso creativo y lograr un mayor impacto en el público. «Creo que el arte es una forma de expresión muy importante y puede ser una herramienta para transmitir mensajes y generar cambios en la sociedad», concluyó.
En cuanto a su mensaje para los jóvenes interesados en el arte, Vanessa destaca la importancia de no trabajar en solitario y de buscar siempre la colaboración y el intercambio con otros artistas y personas con intereses similares. En definitiva, su experiencia en Japón ha sido una gran oportunidad para crecer y aprender, y seguramente seguirá inspirando su trabajo en el futuro.