“Es mejor ser examinado que ignorado”.
(Mae West)
Pensé que ya había escrito todo lo que tenía que escribir sobre mi primera experiencia electoral en la APJ, ocurrida en el pasado mes pero, a riesgo de sacar un artículo aburrido, me animo a dar unas últimas sugerencias que quizá alguien pueda recoger o reírse de ellas (seguramente más lo segundo que lo primero).
Lo haré breve para que no haya demasiados bostezos.
Noto que la fecha de la elección es a fines de febrero. La juramentación y la asunción del cargo se lleva a cabo dos semanas posteriores.
Es decir que la institución tiene sólo 14 días para lograr inscribir el nuevo Consejo Directivo en los registros públicos.
Los registros públicos son como un gran archivo donde, como su nombre lo describe, se registra toda la información de las personas y organizaciones del país. Allí estará indicada a quién le pertenece tal casa, tal vehículo, quién es el accionista de una empresa, quiénes sus representantes legales, etc.
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Es indispensable esa formalidad para poder actuar con seguridad jurídica en el país, estando tranquilos que esa persona es dueña del terreno que dice poseer y que tal otra persona es el representante legal de una empresa o institución.
El problema que ocurre muchas veces es que la inscripción del(los) representante(s) legal(es), o en el caso de las asociaciones, de todo el Consejo Directivo, toma mucho tiempo por diversas trabas burocráticas y suele ocurrir que luego de 3 meses en el cargo recién pueden el presidente y el tesorero tener firma autorizada en los bancos.
Esa demora administrativa perjudica y entorpece la gestión diaria y muchas veces se tiene que pedir el favor a los anteriores representantes para que firmen contratos o documentos.
Espero de todo corazón que ninguna institución pase por ese calvario, porque es realmente un dolor de cabeza.
Para mitigar ello sugiero dos ligeras modificaciones en las elecciones:
- Realizar el proceso electoral tres meses antes del cambio de periodo De esa manera el área legal de la institución tendría ese tiempo para inscribir el Consejo Directivo en los registros públicos y los nuevos directivos empezarían su periodo con pleno uso de las facultades legales. En ese tiempo se podrían también presentar el cronograma de actividades y el presupuesto del periodo a asumir; y hacer una transferencia ordenada de cada una de las diversas direcciones de la organización, en caso fueran a cambiar de director.
- Iniciar el periodo el primero de enero de cada año en curso. Así se podría evaluar correctamente el desempeño de la gestión, con su propio presupuesto sugerido/ejecutado y con su propio cronograma de actividades. Si bien ya están acostumbrados a empezar a mediados de marzo, podrían considerar esta humilde sugerencia. Para ello algún periodo futuro deberá de durar 9 o 21 meses, nada tan grave que el ego del presidente no pueda soportar o agradecer.
Ya lo sé, más de un lector soltó un bostezo al leer estas líneas y me disculpo por ello, pero son (últimas) sugerencias emitidas en buena onda. Está demás decir que no es necesario que nadie emita un comunicado de respuesta ya que no es ninguna crítica Simplemente tómenlo en cuenta o hagan caso omiso de lo aquí escrito (que es lo más probable que suceda).